Tras la vendimia, las cepas quedan desprovistas de su fruto. Con el frío invierno sus hojas se desprenden también, quedando así un paisaje de “esqueletos” de madera largos y desiguales que inundan nuestra retina en las amplias hectáreas de viñedo que tenemos repartidas por la Ribera del Duero.
Es entonces cuando procedemos a la labor manual denominada PODA DE INVIERNO. Consiste en el recorte de la vegetación durante la parada vegetativa de la planta con la finalidad de ajustar la producción de la campaña siguiente. Como ya explicamos durante los meses de maduración del fruto, buscamos calidad frente a cantidad en cuanto a la producción, debido a lo cual esta actividad se torna imprescindible para Bodegas El Inicio.
En nuestra página de Facebook puedes ver un vídeo en el que nuestro técnico Oscar poda una cepa mientras nos explica dónde debemos cortar.